Álvaro Medina Ochoa
(Medellín 1943 – Medellín 1985)
Por: Natalia González Salazar
Colombia fue en el siglo XX y en los inicios del siglo actual tierra de personas que entregaron sus vidas al servicio de la patria, sin importarles las terribles amenazas de aquéllos que, al margen de las instituciones y de la sociedad civil, no han vacilado en recurrir a la violencia armada, rompiendo las reglas de convivencia que deben respetarse en cualquier sociedad.
apagan voces de justicia
Las balas del narcotráfico apagan voces de justicia
El narcotráfico es uno de los males que ha logrado insertarse de manera relativamente exitosa en las esferas política y económica; ha callado las voces de individuos buenos y justos que han luchado por un futuro en paz. Uno de los tantos ejemplos tuvo lugar en Medellín el 8 de abril de 1985, cuando, a sus 42 años de edad, murió el doctor Álvaro Medina Ochoa por causa de las balas asesinas de un sicario. Medina Ochoa había estado siguiendo un proceso, como Juez Décimo del Tribunal Superior de Medellín, en contra del cartel de Pablo Escobar, que desde la década de 1980 procesaba y comercializaba en todo el mundo drogas ilícitas de efectos psicotrópicos.
La muerte del doctor Medina ocurrió en una época en la que toda la sociedad colombiana se vio afectada por los constantes atentados terroristas y asesinatos de magistrados, jueces, procuradores, fiscales, candidatos a la Presidencia de la República, periodistas y ciudadanos del común. Todos ellos fueron las víctimas, visibles mas no únicas, de los carteles del narcotráfico.
Estos criminales emprendieron guerras contra el Estado de Derecho cuando se implementaron leyes de prohibición en Estados Unidos y en Colombia para sofocar el efecto negativo de las drogas en la sociedad y castigar a quienes las cultivaran, produjeran o distribuyeran. Por el respeto a estas leyes luchaba Álvaro Medina Ochoa, quien, desde sus primeros días como egresado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, se inclinó por el servicio a la Patria. Por esta razón buscó la judicatura, en la que realizó una exitosa carrera.
de un magistrado justo