Su gran obra: el Instituto Jorge Robledo
Entre tanto, empezó a rondar una idea en la cabeza de don Miguel…. ¿Y por qué no fundar un colegio propio? Después de mucho pensar y analizar el asunto, en febrero de 1949 se presentó el momento propicio para fundar en el centro de Medellín un colegio laico, mixto y privado, que se ocuparía de educar a los jóvenes antioqueños. A esta idea se sumó otro experimentado pedagogo, don Conrado González Mejía.
El colegio, al cual denominaron “Jorge Robledo”, en honor al mariscal, tuvo como respaldo a dos importantes hombres del área educativa; además, brindó una alternativa distinta a las ofrecidas por los demás colegios de Medellín. Una de las más importantes y polémicas fue la de educar dentro de las mismas aulas y al mismo tiempo a niños y niñas. El año en que el “Jorge Robledo” abrió sus puertas a la educación mixta, se matricularos 112 estudiantes, entre los grados kínder y segundo de bachillerato. Es de resaltar que, de esos 112 estudiantes, dos fueron mujeres, lo que desató una gran polémica y una de las batallas más duras que debieron librar sus fundadores, en especial con la iglesia católica, que se opuso rotundamente, batalla de la que salieron bien librados.
El Instituto Jorge Robledo es, sin temor a equivocarnos, la gran obra de don Miguel Roberto Telléz Fandiño; a él consagró su vida y fue profesor allí por más de 20 años, durante los cuales no quedó duda alguna de su gran vocación por la enseñanza de los jóvenes.
Entre de los egresados robledistas más destacados se encuentran el actual presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, el ex gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria Correa, el ex ministro de Defensa Jorge Alberto Uribe Echavarría, el gerente general del Banco de la República José Darío Uribe Escobar, el ciclista y administrador Santiago Botero Echeverri, el periodista Félix de Bedout Molina y el cantante Juan Esteban Aristizábal Vásquez (“Juanes”), entre otros. El “Jorge Robledo” ha sido, desde sus inicios, un forjador de hombres, con bases muy sólidas en principios éticos y morales. Hoy en día los directivos del colegio continúan haciendo honor al legado de sus fundadores, quienes hasta el final de sus días estuvieron atentos a todo lo que allí pasaba.
Luego de su retiro de las aulas, don Miguel prestó sus servicios como miembro de la junta, socio vitalicio de la Corporación Educativa Jorge Robledo y asesor en los asuntos referentes a la educación impartida por el instituto. Ha sido tan importante su aporte que, en 2009, los directivos decidieron dictar una cátedra a la que denominaron Cátedra “Miguel Roberto Téllez”, con la intención de conmemorar los 60 años de fundación del colegio y de perpetuar la memoria de uno de sus fundadores.
La sociedad antioqueña ha sabido reconocer los grandes aportes de don Miguel, por lo cual en el transcurso de su vida se hizo merecedor de las siguientes condecoraciones: medalla cívica “Simón Bolívar”, del Ministerio de Educación Nacional; medalla “Presbítero Miguel Giraldo Salazar”, de la Gobernación de Antioquia, Secretaría de Educación; medalla “Pedro Justo Berrío”, de la Gobernación de Antioquia; medalla de oro “Camilo Torres”, del Ministerio de Educación Nacional, en 1968; medalla de oro “Francisco de Paula Santander”, del Ministerio de Educación Nacional; premio “Trabajador de la Cultura”, del Instituto de Integración Cultural; “Medalla de Antioquia”; distinción “Socio Paul Harris”, del Club Rotario; medalla del mérito universitario “Francisco Antonio Zea”, de la Universidad de Antioquia
Con el pasar de los años y ya retirado del oficio de educador, se refugió en su hogar, vivió sus últimos años rodeado de su familia y dedicó su tiempo libre a jugar ajedrez electrónico, a pesar de que sus ojos cada día lo iban dejando en tinieblas. En 1995, a sus 88 años de edad, falleció en Medellín, dejando un gran vacío tanto dentro de su familia como de la comunidad educativa robledista y antioqueña en general.