Amina Melendro de Pulecio
(Ibagué 1909 – Ibagué 2009)
Por: Natalia González Salazar
Ibagué es conocida en Colombia como “la capital de la música”, por su importante tradición musical, y allí fue donde nació la madrina de la música, doña Amina Melendro de Pulecio, quien dedicó su vida a la docencia musical; fue el alma y fortaleza del Conservatorio del Tolima, una de las más importantes escuelas de música en el país.
Doña Amina creó el bachillerato musical en 1969, fundó el bachillerato nocturno técnico de dibujo en 1976 y logró convertir el Conservatorio en una institución de educación superior en 1980; desarrolló proyectos con trascendencia nacional e internacional como el Concurso Internacional de Coros, iniciado en 1969, y el Festival de la Música Colombiana, establecido en 1987 y aún vigente. Con su labor apoyó fundamentalmente a niños y a jóvenes que buscaban suavizar el espíritu y posicionar a Ibagué musicalmente en distintos escenarios del país y del exterior.
Gracias a esta labor, la Corporación de Fomento Cívico y Cultural hizo entrega en 1994 del premio “Germán Saldarriaga del Valle” a doña Amina Melendro de Pulecio, por su brillante trabajo en el campo musical y cultural en Ibagué. Fue elegida por los jurados de la Corporación después de estudiar la hoja de vida de dieciocho candidatos. El premio fue recibido por su nieto, el doctor Darío de la Pava, a quien se le hizo entrega del diploma y de diez millones de pesos en reconocimiento a la vida y la obra de su abuela.
La música: vida y pasión
Doña Amina nació en Ibagué el 31 de mayo de 1909 y fue la novena de diez hermanos; hija del abogado Mariano Martín Melendro Varón y de Encarnación Serna Vidales. Contrajo matrimonio con Alfredo Pulecio Leyva, con quien tuvo tres hijas: Lucía, Beatriz y Amelia.
Su infancia transcurrió en la ciudad de Ibagué, al lado de sus familiares y amigos; su madre le transmitió las primeras nociones musicales; fue así como, enamorada del piano, a sus 12 años ingresó al Conservatorio del Tolima para recibir clases con el maestro Alberto Castilla Buenaventura, compositor del “Bunde tolimense”.
A sus dieciocho años se destacó como una de las mejores alumnas y fue vinculada como profesora de piano en el Conservatorio, cargo que desempeñó por un año. En 1933 ingresó nuevamente y entró a formar parte del consejo directivo en representación del profesorado, labor que combinó con sus clases de piano hasta el 14 de marzo de 1950, fecha en la cual el Gobernador del Tolima, mediante decreto, la nombró subdirectora de la entidad, cargo que desempeñó hasta 1952.
Para esta época doña Amina presentó su renuncia, para disfrutar de un año sabático, y en 1953 retomó su cargo como subdirectora; seis años después fue nombrada, mediante decreto del Gobernador, directora del Conservatorio. En 1980 consiguió que la Asamblea Departamental avalara la calidad de la institución y la convirtió en una entidad de educación superior, que impartía formación musical en pregrado en el primer programa de licenciatura en música del país. Desde 1986 desempeñó el cargo de rectora hasta el 30 de abril de 2008, a la edad de 99 años.