Félix Díaz Galindo
(Mesitas del Colegio, Cundinamarca 1897)
Por: Sandra Patricia Ramírez Patiño
El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina es sin lugar a dudas uno de los lugares más maravillosos y paradisiacos con que cuentan los Colombianos. Todos en algún momento de sus vidas han soñado con disfrutar unas buenas vacaciones en esas islas rodeadas por el mar de siete colores. Don Félix Díaz Galindo no fue la excepción.
Por las selvas colombianas
Félix Díaz Galindo nació en 1897, en Mesitas del Colegio, una población ubicada en el departamento de Cundinamarca; allí culminó sus primeros letras para luego iniciar estudios de bachillerato y proseguir los profesionales; se tituló como ingeniero agrónomo en 1920, con tan sólo 23 años de edad.
Rápidamente empezó a ejercer su profesión y fue contratado por el gobierno nacional y su primer trabajo consistió en explorar y trazar caminos en el inhóspito territorio conocido como los Vásquez, zona petrolera del Departamento de Boyacá. Gracias a la buena labor realizada fue nombrado miembro de la primera comisión exploradora de Putumayo, Caquetá y Amazonas; es preciso señalar que éstas se llevaron a cabo en medio de la guerra con el Perú, desatada a causa de algunos desacuerdos limítrofes entre 1932 y 1934. Las investigaciones realizadas por el agrónomo Díaz y su equipo fueron el punto de partida para el posterior descubrimiento del yacimiento petrolífero “El Orito”, que desde entonces abastece de petróleo buena parte del territorio nacional.
Al ingeniero Félix Díaz le encargaron la tarea de explorar las selvas de Chocó y Vaupés en busca de un árbol conocido como comino crespo, muy apetecido por ser la madera más apropiada para la construcción de polines necesarios para las carrileras de los ferrocarriles nacionales. Mientras realizaba esta labor, el ingeniero Díaz seleccionó el lugar más adecuado para iniciar un asentamiento humano que dio origen a lo que hoy conocemos como Mitú, capital del departamento de Vaupés. Durante toda su carrera profesional Díaz Galindo fue reconocido como uno de los más experimentados agrónomos del país. Luego de recorrer casi toda Colombia y conocer algunos de sus lugares más recónditos, don Félix decidió tomarse un merecido descanso.