Centro Docente “Madre Teresa de Calcuta”
(Cúcuta)
Por: Natalia González Salazar
“Sólo soy un lápiz en las manos de Dios”
Frase de la Madre Teresa de Calcuta (1910-1997)
Centro Docente “Madre Teresa de Calcuta”
La Congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada en 1948 por la Madre Teresa de Calcuta, da asistencia y socorro a los menesterosos; las religiosas no sólo buscan alimentar el cuerpo y nutrir la mente y el espíritu; estas “esposas de Cristo” trabajan por las comunidades más pobres, puesto que su vocación y amor se dirigen siempre a los más necesitados. La comunidad tiene en el mundo 650 hogares, de los cuales seis están en Colombia; uno de ellos está ubicado en Cúcuta y en él se atiende y se alfabetiza a jóvenes que carecen de recursos económicos para acceder a la educación en otros medios.
En 2001, el Consejo Directivo de la Corporación de Fomento Cívico y Cultural decidió entregar un reconocimiento a personas o entidades que trabajaran por la educación orientada más que todo a personas marginadas, y que consistía en cuarenta millones de pesos. El jurado encargado para elegir el ganador de ese año estaba integrado por la doctora María Luz González Escobar, quien fue rectora del Colegio San José de las Vegas, la doctora Amparo Saldarriaga Klinkert, quien se desempeñaba en ese tiempo como directora de Desarrollo Educativo da la Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia, y el doctor Antonio Mazo Mejía, quien en el 2009 ocupaba la rectoría de la Universidad CEIPA.
Entre 32 postulaciones, que fueron estudiadas muy cuidadosamente, el jurado escogió la obra del Centro Docente “Madre Teresa de Calcuta” de la ciudad de Cúcuta; en su veredicto el jurado afirmó: “ Tengan la seguridad de que el premio llega a la población más marginada de entre los marginados que conocimos, a través del estudio de la obras presentadas“.
Para este homenaje viajaron desde Cúcuta la hermana Adonai M. C., nacida en El Salvador y la hermana Austine, originaria de India, quienes recibieron en nombre de la comunidad y de manos del doctor Darío Vélez Restrepo, director ejecutivo, el diploma y el cheque correspondiente, los cuales acogieron con la humildad que caracteriza a quienes dedican su vida al servicio los pobres.
Este premio fue recibido como un aliciente en los momentos en los que la desesperanza parece apoderarse de los espíritus y los corazones; verlas con su traje blanco y azul es percibir la figura de la entrega de la Madre Teresa, a quien siempre recuerdan con la frase “sólo soy un lápiz en las manos de Dios”. Por eso esta labor tan dedicada y silenciosa mereció todo el reconocimiento de la Corporación de Fomento Cívico y Cultural, creada con este propósito por un hombre íntegro, generoso y con un gran sentido social como lo fue don Germán Saldarriaga del Valle.