Un compromiso por el medio ambiente, la paz y la reconstrucción del tejido social
La zona de influencia de Asocomún corresponde a la zona de Urabá, región con un pasado hasta hace poco significativamente violento. La presencia de actores armados al margen de la ley, el desplazamiento forzoso y la violación a los derechos humanos en múltiples manifestaciones eran asuntos cotidianos. Con el reasentamiento de algunas familias víctimas del desplazamiento, la Asociación Comunitaria de Urabá y Córdoba se empeñó en introducir alternativas integrales, participativas, rentables y económicamente sostenibles, con énfasis la atención de proyectos productivos que contribuyeran a mejorar la calidad de vida, las condiciones de salud, el crecimiento y rendimiento escolar de los menores, y a estimular el retorno al campo de las familias desplazadas.
En el ejercicio de tal empeño, entre 1997 y 2004 se consiguió el desarrollo exitoso de varios proyectos. Uno de ellos fue la construcción y mantenimiento de la vía que de San Pedro de Urabá lleva a la vereda “Palma de Vino”, obra que resultó de vital importancia para las familias de más de 40 veredas de los municipios de San Pedro de Urabá y Montería. La construcción de la vía se logró gracias al apoyo de la empresa privada, el municipio de San Pedro de Urabá y al aporte de la comunidad con la mano de obra en la modalidad de convites. Además, se lograron nuevos aportes para la construcción y dotación de una escuela en “Palma de Vino”, la adecuación del área deportiva y la electrificación de la vereda.
Otra obra de significativa importancia se llevó a cabo con 387 familias, a quienes se les dio el apoyo y financiación suficientes para emprender proyectos productivos de maíz, arroz y ñame diamante de tipo exportación. Para esta iniciativa se escogieron comunidades de múltiples veredas de los municipios de San Pedro de Urabá y Necoclí. Como fruto de ese esfuerzo se pudieron introducir semillas mejoradas a la región, para el establecimiento de patios productivos de pan coger, en procura de superar la desnutrición.
En conjunto con aquellas obras se dio inicio a la reubicación de 47 familias (389 personas) que vivían en condiciones de hacinamiento y con prácticas de caza furtiva y destrucción del medio ambiente. Para ello, el líder Germán Monsalve trazó un plan consistente en un modelo asociativo comunitario, enfocado especialmente hacia la protección y recuperación del medio ambiente. Se vinculó para ello a la empresa privada y al estado.
Para cumplir aquel propósito, el sector privado entrego 340 hectáreas de la “Loma La Luna” de la vereda “Palma de Vino”, en donde se estableció un plan padrino con 10 familias de campesinos que debían cumplir con labores de siembra, protección y conservación del ecosistema estratégico, logrando al final una importante reforestación con frutales y especies nativas en vías de extinción. Simultáneamente se logró la recuperación del conector y corredor biológico natural para la fauna silvestre característica de esta zona, por lo que actualmente pueden verse monos dorados, armadillos, guatinajas, iguanas, dantas y abundantes especies de aves.
Gracias a esas y otras actividades similares se recuperaron las microcuencas que alimentan las quebradas de algunas veredas del municipio de San Pedro de Urabá, lo que permitió continuar con una segunda fase del plan de reconstrucción del tejido social, puesto que ya se contaba con las condiciones naturales apropiadas para el reasentamiento de otras familias, que construyeron allí sus proyectos de vida en los que hoy viven con producción de pan coger en armonía con el bosque y las familias vecinas.
Una vez lograda la recuperación de las cuencas hídricas, se construyó un embalse de 27 hectáreas de espejo de agua y reforestado en todo su perímetro. Hoy sirve de acueducto al corregimiento “Arenas Monas” y la vereda “Tablones” de San Pedro de Urabá.
Dada la naturaleza de la convocatoria para el premio “Germán Saldarriaga del Valle” en 2004, la Corporación de Fomento Cívico y Cultural optó por galardonar a Asocomún como una de las tres instituciones ganadoras que presentaron los mejores proyectos sobre actividades ecológicas y protección ambiental, especialmente por las implicaciones positivas que para el medio ambiente y la salud de los campesinos de la región representaron las actividades llevadas a cabo en el reasentamiento de la vereda “Palma de Vino” y la reforestación, protección y conservación del hoy santuario natural “Loma La Luna” en el mismo lugar.
Recibidos los 30 millones de pesos en un momento de difíciles condiciones económicas de la Asociación, Asocomún pudo consolidar sus proyectos en desarrollo y costear el funcionamiento de las sedes del municipio de San Pedro de Urabá y del corregimiento “Pueblo Nuevo” del municipio de Necoclí.
No obstante su labor en defensa del medio ambiente, diversas actividades han sido prolíficamente desarrolladas por Asocomún en los ya 14 años de funcionamiento. De manera sucinta se destacan los siguientes: la creación de un banco de tierras, que fueron entregadas en comodato para el establecimiento de proyectos productivos; la ayuda humanitaria prestada a las víctimas del desastre ocasionado por el invierno de 2003, que afectó a más de doscientas familias; la donación de computadores a diferentes instituciones educativas del municipio San Pedro de Urabá; el sostenimiento de tres docentes en el período 2000 – 2008; la dotación de ocho parques infantiles a diferentes corregimientos, y el impulso al establecimiento de tres huertas escolares en las escuelas de educación media.
Otra de sus obras fue la realización en 2003 de un censo social y poblacional de las familias de las comunidades miembros de Asocomún, a fin de detectar las necesidades más sentidas y la composición de cada familia, pues la mayoría de la población la constituyen campesinos desplazados y reasentados. El resultado de este censo social se ha convertido en una herramienta clave para las diferentes propuestas y desarrollos de la Asociación.
Igualmente han prestado acompañamiento social a comunidades del sur del municipio de San Pedro de Urabá, hasta conformar lo que es hoy la Asociación Comunitaria del Sur (ACODELSUR), con la que se estableció un proyecto productivo de 150 hectáreas para el sistema agroforestal cacao. También prestaron ayuda humanitaria a 1.200 familias (7.000 personas) del asentamiento “Galilea” del municipio Los Córdobas (Córdoba).
Por encargo del Presidente de la República, Asocomún asesora, coordina y actúa en calidad de organización gestora acompañante en alianza productiva cacao-caucho con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de Antioquia, diferentes municipios de Urabá y múltiples fundaciones, institutos y corporaciones, como la Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD), el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Urabá (Corpourabá), entre otros.
Al mismo tiempo, y con el propósito de erradicar los cultivos ilícitos de la zona, por iniciativa de algunos líderes comunitarios de Necoclí y Turbo, bajo el liderazgo de Asocomún se logró la erradicación de 1.600 hectáreas de coca (1.200.000 plantas), verificadas por el Programa de Naciones Unidas para la prevención del Delito.
Para ello se contó además con el acompañamiento de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Corporación para el Desarrollo Ambiental de Urabá (Corpourabá), la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID), la Incubadora Empresarial de Producción y Comercialización Agropecuaria (Incuagro), el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y Universidad Autónoma de Manizales (UAM), entre otras.
Asocomún está compuesta por una larga lista de líderes sociales, campesinos, empresarios, profesionales y activistas políticos, algunos de los cuales, según Carlos Alberto Bohórquez (asesor y consultor de la entidad) merecen especial atención “dado su esfuerzo, dedicación y participación permanente, lo que ha permitido que hoy Asocomún sea una organización campesina con una innovación social que funciona y tiene éxito”.
Se trata de: Óscar Bertel Mogrovejo (q.e.p.d.), vicepresidente de Asocomún desde su fundación hasta el 2006, año en que fue elegido presidente, cargo que desempeñó hasta el día de su muerte, ocurrida en el mes de marzo de 2009; Malviris Padrón (q.e.p.d.), madre soltera y cabeza de hogar, secretaria de Asocomún en la sede de Pueblo Nuevo, municipio de Necoclí, hasta el momento de su muerte, ocurrida en julio de 2008; Arnulfo Padilla Méndez, presidente de Asocomún desde su fundación hasta el mes de septiembre de 2006; desde ese año a la fecha se viene desempeñando como su Director Ejecutivo. Entre otros, se destaca la participación de Germán Monsalve, Evelio Escobar Fuentes, Beatriz Helena Garcés González, Alberto José Jiménez Martínez, Camilo José Iguarán Díaz, Iván Salgado Montalvo y Carlos Alberto Bohórquez Vergara.
Finalmente, que sean las propias palabras de uno de sus líderes las que sinteticen el espíritu de la obra emprendida hace más de una década por Asocomún:
Creemos firmemente que la aplicación de esta iniciativa será la semilla para acabar con la guerra y que su tragedia no se vuelva a repetir jamás. Sabemos que este propósito, que compartimos todos los colombianos, no puede ser simplemente un deseo salido de las duras lecciones que nos ha dejado la historia. La confrontación militar no terminará en Colombia hasta que entre todos seamos capaces de producir esos cambios reales, que se hagan tangibles y verificables, que lleven a transformar estructural y esencialmente nuestra configuración social.
(Carlos Alberto Bohórquez Vergara)