El recorrido histórico de la entidad que trabaja por los niños, de corazón
Desde 1992 se dieron las primeras actividades de gestión de la médica pediatra Mónica Giraldo Mejía por conseguir los recursos para la atención diagnóstica, médica y quirúrgica de los niños de escasos recursos con problemas cardiovasculares. No obstante, el 5 de octubre de 1995, en Manizales, y gracias a su iniciativa, surgió legalmente la Fundación “Pequeño Corazón”, una propuesta que desde sus inicios contó con el apoyo del Club Rotario de esta ciudad.
El año siguiente al de la constitución legal de “Pequeño Corazón” estuvo marcado por alianzas con entidades de los órdenes nacional e internacional, que hicieron posible las primeras intervenciones quirúrgicas. Caso notable es el de la Clínica Shaio, de Bogotá, que sufragó los costos de hospitalización y cirugía de 10 de los 80 niños que requerían ser intervenidos. Para el mes de junio, la relación entablada con la institución “Corazón a Corazón” de Nueva York, establecida por un grupo de colombianos residentes en Estados Unidos, hizo posible que otros 12 pequeños con cardiopatías fueran atendidos en Bogotá.
Ese mismo año, el éxito del trabajo realizado por el equipo de profesionales de “Pequeño Corazón” y la gestión de su fundadora, desde la presidencia del Club Rotario de Manizales, dieron también, la oportunidad de que Gift of Life N. Y. Inc, una organización rotaria de la ciudad de Nueva York, cubriera los costos de 12 cirugías en ese país. La primera beneficiaria del programa de cirugía cardiovascular fue Brenda Escobar Orozco, una niña de Manizales que actualmente tiene 16 años.
No menos exitoso fue 1997, pues el proyecto IVA social, respaldado por el Ministerio de Salud, y que buscaba destinar un porcentaje de los aportes del impuesto de valor agregado a la inversión en programas para niños con enfermedades de alto costo, apoyó la continuidad del programa de cirugía cardiovascular. Éste estuvo en ejecución hasta noviembre de 2000 y su impacto estuvo representado en 1.700 niños y niñas con diagnóstico ecocardiográfico y 170 cirugías, atendidos en diferentes hospitales de Colombia.
Con la intención de transmitir mensajes claros y con alto nivel de recordación a los niños que participan en las campañas de educación y prevención, “Pequeño Corazón” creó, desde sus primeros años, un personaje denominado “Juan Amor”, que se constituyó en el símbolo de la fundación.
Hasta 1998, “Juan Amor” era la única imagen que representaba a los niños de “Pequeño Corazón”. Pero para ese año, durante las actividades de recreación, integración y capacitación del programa escuelas de familia, surgió en los pequeños la duda acerca de por qué no existía una niña que acompañara a “Juan Amor”. Nació entonces “Luna”, y con ella sus padres, “Esperanza” y “Juan”. Los cuatro personajes se emplean para la difusión de los mensajes de promoción, prevención y detección precoz de cardiopatías infantiles.
Las alianzas con instituciones nacionales se dieron desde los primeros años de la fundación, pero para 2001, el afianzamiento de la relación con la Fundación Cardioinfantil y la Clínica Shaio, por medio de programas de atención en diagnóstico y cirugía, permitió seguir trabajando en pos del propósito de mejorar la cobertura de atención. Esta intención se siguió consolidando en 2002, con el apoyo de “Unidos por Colombia”, un grupo de colombianos residentes en Los Ángeles que respalda las obras de beneficencia en el país y que apoya a “Pequeño Corazón” en lo referente a los proyectos y las actividades administrativas, haciendo posible la eficiencia en sus procesos, para con ello asegurar una mejor atención a los niños enfermos del corazón.